Dr. Nectus
03/06/17 – Castellar del Valles.
Dos intentos y dos fiascos.
No voy a poner excusas, puede que el Everesting Challenge me quede grande y punto (los haters ya estarán relamiéndose). Las condiciones climáticas eran casi perfectas (nublado con temperatura agradable aunque algo de agua también cayó) pero el problema fui yo. No tenía ni fuerzas ni ánimos.
Desde el mismo momento en que me levanté a las 2am ya sentía que no iba a ser el día. No estaba animado y eufórico como en el primer intento. Obviamente lo achacas al sueño, al haber dormido cuatro horas, pero al ver los tiempos de las primeras vueltas ya me di cuenta de algo no iba bien.
Para quitarme alguna hora de oscuridad más al principio, había adelantado la salida a las 3am respecto a las 5am de la vez anterior, así me quedaban más horas de luz y menos vueltas pendientes para cuando llegara la noche de nuevo. Mil gracias a Oliver que se ofreció a acompañarme desde el principio y hasta donde aguantase. Las horas de noche pasaron mucho mejor gracias a su compañía y si no llega a ser por él os aseguro que no monto ni la carpa y me hubiese bajado de la bici mucho antes.
Hacia las 5:30am llegaron mis padres y montaron la «carpa avituallamiento» y como hasta entonces no iba a tener asistencia me cargué a la espalda la camelback para tener más a mano el poder ir hidratándome. Podría buscar varios fallos pero supongo que fue un poquito de esto y un poquito de aquello que acabé sudando más de la cuenta y aunque fui bebiendo, me fue mermando poco a poco.
Irremediablemente comparaba tiempos de vuelta con el primer intento pero esta vez no me encontraba tan fresco como entonces y los tiempos bajaron considerablemente. Igual que conté que las primeras horas mantenía unos 23′ por vuelta, esta vez eran 24′-25′ y esforzándome, tiempos que hacía cuando llevaba ya unas 6h. No vamos bien…
Muchos demonios rondando por la cabeza. Mucha presión por ir perdiendo tiempo. Mucha presión por no haberlo conseguido la primera vez. En definitiva mucha presión que me auto-impuse y pudo conmigo.
Cuando te levantas tan temprano y al hacerse de día sobre las 6am la noción del tiempo te está un poco alterada por eso no me sorprendió ver a Alex pero cuando caí y vi la hora que era me di cuenta del esfuerzo que había hecho en levantarse tan pronto, en subir a acompañarme y en volver a subir a la bici con un esguince de rodillo tras un accidente hace pocas semanas.
Tampoco podía faltar Guti de los BTTSharks, seguidor y amigo que hemos coincidido en varias salidas, ni Chesco, uno de los fijos en apoyarme en estas locuras.
Como veis, no estaba sólo. De hecho, no estuve sólo hasta las dos últimas vueltas.
No faltaba nadie, familiares haciendo fotos, amigos animándome…
A media mañana, con más de un cuarto del reto superado, me empecé a animar, me despejé un poco los malos pensamientos y durante un rato rodé tranquilamente sin presión.
PD. Encantado de conocerte en persona Pep, disfruta y desconecta de la semana de vacaciones y a la vuelta queda pendiente una salida.
Valoro y agradezco mucho el esfuerzo que hace la gente por apoyarme, como por ej. Sergio, que a pesar de odiar la subida del Puig se tiró media mañana conmigo, intentando aninarme, ofreciendo cambio de bici para ver si de esa manera se me rompían las barreras mentales, yendo después a por más bebida. En definitiva, estaba ahí para cualquier cosa que necesitase.
Gracias también a Josep Mª porque con tu charla me di cuenta que no pasaba nada si en esta ocasión no podía ser. Reconozco que soy muy cabezón y cuando digo que hago algo lo cumplo pero esta vez podía haber acabado muy mal físicamente.
Hacia el medio día, después de haber perdido mucho tiempo parado comiendo e intentando reponer fuerzas decido plegar al llegar a las 22 vueltas, la mitad del reto, y acabar con 144km 4.500m de desnivel, 9h11′ de pedaleo en 11h47′ transcurridos.
Me estaba dejando la vida en cada subida y aunque los tiempos de las últimas vueltas eran decentes era porque al haber llovido el terreno estaba menos suelto y bajaba algo más rápido pero al llegar la mitad no quise alargar más la agonía sabiendo que no lo iba a conseguir.
Resumiendo, dos intentos y dos fiascos, por distintas razones pero dos intentos fallidos al fin y al cabo.
Ahora es momento de buscar los fallos e intentar poner remedio para la próxima vez, y uno de esos fallos puede ser el agotamiento físico y mental que llevo ya que para mí es como si fuese final de temporada. Llevo sin parar y metiendo mucha carga desde Agosto 2016 y estos últimos tres meses ha caído una carrera cada dos semanas. Desde la GF La Mussara me he notado un bajón físico y anímico, síntoma de que el cuerpo necesita desconectar. Por esa razón y porque sabía lo que me esperaba, el sábado pasado ya sentía que no iba a ser el día que conseguiría el reto.
También llevo unas semanas con algo de congestión, como cuando te empiezas a resfriar, y puede que no entrara suficiente oxígeno a los músculos lo que hiciera que me cansara más. Qué sé yo…
Otro fallo fue la alimentación y suplementación.
Me queda grande el Everesting Challenge? Es muy probable.
Repetiré? Algún día, por coraje y cojones. No me gusta dejar nada a medias.
En el mismo sitio? Tengo que estudiar alternativas y posibilidad de pasar al asfalto aunque no me guste rodar de noche sólo.
Lo que está claro es que no me voy a poner fecha, según me vaya encontrando así haré, de una semana a otra y consultaré con expertos sobre la alimentación y suplementación para que no vuelva a pecar de lo mismo. Quiero que sea cierto eso que dicen de «a la tercera…«
Y con lo que me quedo de estos dos fiascos es con con toda la buena gente que tengo cerca, con el apoyo y el cariño que me dan. Sinceramente no creo que lo merezca pero ahí me doy cuenta que tan malo no debo ser.
MIL GRACIAS A TODOS.
SALUD Y PEDALES