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3/4 de EVERESTING y al palco.

Dr. Nectus

1r intento EVERESTING CHALLENGE – 1/4/17

Como bien expliqué en una crónica anterior (lee aquí) es un reto del que tenía muchas ganas, una LOCURA con mayúsculas que sólo a los más insensatos se nos ocurre. 

Sabía que sería una reto más mental que no tanto físico (que también) pero con paciéncia, sabiendo dosificar fuerzas y controlando bien las comidas era posible acabar pero no pudo ser en este primer intento. Es muy duro ya de por sí pero si las incleméncias del tiempo no ayudan ya se hace casi imposible. En fin, empecemos por el principio.

Como buen meteorólogos que somos todos los ciclistas estuve estudiando el tiempo desde principios de semana y pintaba feo.

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Toda la semana de tiempo primaveral, yendo en manga corta al medio día y pasando calor incluso, y justo el sábado lluvias? En serio? Parecía una broma de mal gusto pero no me preocupé demasiado porque aún podía cambiara la previsión. Pero no lo hizo, acertó al 100%. 

La opción de cambiar de fecha? Pues hubiese sido lo más sensato pero había movido a mucha gente y medio de comunicación local y no podía ni quería dejarlos tirados, además que este próximo fin de semana toca la G.F. el Priorat, la semana que viene semana santa y toca reposar con la familia, la siguiente 24h Madform Bicircuit, siguiente puente de mayo, siguiente Noguera Bike Race, siguiente finde cumpleaños familiares, siguiente G.F. la Mussara, siguiente más cumpleaños familiares, hasta el siguiente no se podría plantear y ya nos hemos plantado en 3 de Junio, que tampoco podría ser muy viable ya que el siguiente finde estaría la Powerade San Sebastián – Barcleona (que aún me tienen que confirmar plazas). En definitiva, que tenía que ser el 1 de Abril sí o sí. 

En fin, más emocionado que preocupado me despierto el sábado a las 4am para desayunar un buen plato de pasta que me había dejado hecho el día anterior y tras dejarlo todo preparado para que subieran después a la carpa, salgo dirección al inicio del Puig de la Creu. 

5am Arranca el reto, sólo, noche cerrada, frío, y un auricular con música para distraer a la mente. 
Ya sabeis que no soy muy fan de eso de grabarse a uno mismo y de hablarle a una cámara, creo que no tengo ese don de labia que se necesita y me expreso mejor con la escritura, pero un evento así se merecía la excepción por eso fui retransmitiendo a través de los «stories» de Instagram.

Nada más empezar, en la primera recta, me viene a saludar una bonita manada de jabalíes, después oía ruidos extraños por todos lados. Gracias por hacer que me cague de miedo. Así que música más fuerte y a no pensar en nada más que pedalear.

Primera vuelta para calentar en 23:30 (vuelta = subida/bajada), segunda vuelta 22:12, tercera 23:21, cuarta 23:58 y es donde en medio de la bajada va el foco y se apaga, se muere sin previo aviso y me deja a oscuras. Menos mal que me dio por coger un frontar guarrindongo de esos de pilas y puedo acabar de bajar montado. Por suerte ya son casi las 7am y estaba amaneciendo. Espero dos minutos en la entrada del camino a que arranque algo más el día y justo llega Fran para acompañarme. 
Vuelta en 25′ y se une Oli y Ricard. Se me incrusta en la cara una sonrisa que no me quitaría hasta el medio día.

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Al volver a bajar veo a todo esta gente. No puedo evitar sentirme agradecido y honrado por toda la gente que viene a apoyar mi locura.

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Una nueva vuelta y mientras todos siguen su ruta, bajo con Ricard y Fran que ya se irían en esta vuelta, y con Oli que se quedaría una más donde nos pusimos al día después de tiempo sin vernos. 
He perdido la cuenta de las vueltas que llevo, menos mal que las voy contando con el garmin. Justo cuando se va Oli y llega Alex. Vamos haciendo unas cuatro vuelta más (que contando casi media hora por vuelta es prácticamente dos horas) y se tiene que ir. Son las 12:30am, llevo 6h de pedaleo y más de 3000m de desnivel y prácticamente ni me he enterado. Eso sí, he cometido el error de no comer como debería por eso me noto vacío y tengo que parar a comer antes de lo que pretendía. 

Mi intención era llegar a la mitad y parar media hora para comer un buen bol de pasta pero como decía, me noto tan vacío que prefiero adelantar la parada para recuperar fuerzas y esperando que no sea demasiado tarde.

Me bajo de la bici, me echo una manta por encima de las piernas porque noto que la temperatura ha bajado y me pongo a comer. No demasiado y sin prisas por engullir y tras media hora me dispongo a salir. Empieza a chispear. Total, sólo es agua no? Me pongo el chubasquero y arranco, suave porque la sangre está en el estómago y no en las piernas frías tras el paron pero vuelvo a clavar el tiempo, de 23’/vuelta.

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Después llega un gran amigo, Chesco, para acompañarme un rato pero bajando de la siguiente vuelta nos empieza a llover de lo lindo. Nos empapamos como cuando te metes bajo la ducha, sólo que con ropa y a 6ºC. Nos dicen que nos metamos bajo la carpa hasta que amaine un poco, total, la previsión ponía que no iba a durar mucho y que después pasaba a ser una lluvia fina pero el cielo se veía cada vez más negro.
Nos envuelven en mantas para no coger frío y ahí estamos, perdiendo un tiempo precioso de luz diurna sin poder hacer nada por culpa de la lluvia. 

Tras perder dos horas que aprovecho para ponerme hasta el culo de donetes («from lost to the river») y ponerme algo de ropa seca (que dura poco seca) volvemos a arrancar junto a Alex que también se ha acercado a apoyar la causa aunque al día siguiente tenía Copa Catalana. JODER! OLE VOSOTROS!!! 

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No pasan muchas más vueltas cuando tenemos que parar de nuevo por la lluvia. Estos parones me empiezan a tocar la moral por no decir los huevos. Empiezo a sentir la presión de la noche y aún me queda mucha tela que cortar. Apenas llevo algo más de la mitad y siento que estoy perdiendo el tiempo. 

Alex y Chesco se van en algún momento de la tarde, empiezo a tener la cabeza ida, no se la hora que es pero va llegando gente a saludar y siento cada vez más la presión de la noche. Llega el que me salvaría de no retirarme mucho antes y el que se merece un OLE! enorme, Dani Moreno. Un seguidor de mis redes al que sólo había visto cinco minutos hace unos meses para entregarle la equipación Dr.Nectus Team que me había pedido en la primera tirada, había venido directamente junto a un amigo (lo siento por no recordar el nombre) de una carrera de carretera en Cambrils y ya llevaban 2500m de desnivel a cuestas. Pues se cambiaron y me estuvieron apoyando en un par de vueltas.

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Anda, acabo de ver que Alex también estuvo en esa vuelta. Perdonadme pero tengo la noción del tiempo algo alterada.

Tras un par de vueltas más me quedé sólo con Dani, era el que sin decir nada me empujaba a seguir pero mi cabeza estaba plagada de demonios. Sabía que no se quedaría mucho más, de hecho demasiado estaba haciendo ya. Desde coronar la tercera vuelta antes de la bajada, ya me decía «en esta me quedo» pero ahí seguía, «una más». Cómo después me contaría iba pensando «a ver si viene alguien más a acompañarlo y me quedo». 
Cada vez era más oscuro y veía a toda la gente que me estaba apoyando, mis padres que no se fueron de la carpa en todo el día, mi mujer, mis hermanas y mi cuñado, mis suegros, familiares, amigos que hacía meses que no veía, seguidores de las redes sociales a los que apenas he visto, amigos de la bici que se acercaron con toda la familia y no se quedaron cortos en palabras de ánimo. Me pudo la auto-presión y me derrumbé a llorar como un niño chico. Qué he hecho yo para merecerme esto? En serio, creo que no me merezco tanto. Ahora, mientras escribo, aún se me saltan las lágrimas.

Montamos foco e hice la vuelta 26 junto a Dani mientras anochecía, 26:12, un tiempo tampoco tan alejado de los primeros. Bajamos, me hacen parar, me ven la cara. Arrancamos una vuelta más junto a Dani y a media subida me quedo sin luz. Otra vez la batería ha dicho basta cuando ha estado cargando todo el día. Nada, batería a la basura, es muy vieja y está fundida. Y toca acabar de coronar con la luz de Dani y bajar con precaución en semi-oscuras.
Una vez abajo tenemos que parar porque voy sin luz pero me ven cómo estoy y no dejan de preguntarme cómo estoy. No contesto, me debato entre continuar o no. Supongo que con la cara pago.

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En mi cabeza cada vez va cogiendo fuerza la idea de retirarme, estoy empapado de los pies a la cabeza, con frío, los lavios morados, y aunque de piernas voy medianamente bien (la curva 2 y 3 me empiezan a pesar) me puede la presión de la noche. Sabía que pedalearía totalmente sólo y aún me quedaban 15 subidas más. Iba sobrado de tiempo para acabar en las 24h del reto pero esta vez me vino grande y me pudo la cabeza. 
Se me parte el alma cuando veo llegar a Chesco vestido de bici para acompañarme en esas duras horas, o cuando salta Sergio diciendo que iba a casa y se cambiaba para acabar conmigo a pesar de que al día siguiente tenía carrera. Joder… Mi parte cabezona no duda en gritar «CONTINUA COÑO!» pero mi parte sensata (aunque pequeña y escondida también tengo) me dice que ya basta por hoy. 
Es duro tener que decir «Hasta aquí», lo iba meditando inconscientemente desde hacia rato pero la oscuridad hizo que me acabara decidiendo. Muchas cosas de culo para un reto tan duro tanto físico como psicológico. 

Ahora, desde la comodidad del sofá, seco y calentito, puedes pensar «total, para lo que te quedaba…». Sí, yo también lo pienso a veces pero estando allí, llevando 17h al pie del cañón, pedaleando bajo la lluvia, empapado y con frío (la temperatura no subió de 8ºC en todo el día) creo que mi decisión fue la acertada (o eso me digo para autoconvencerme). 
Igual hay alguno por aquí que se alegra de que no lo haya conseguido, los HATERS de moda, pero mi respuesta es: Ves e intentalo. Que te rieguen con una manguera durante 5h y que la temperatura no suba de 10ºC (va, te regalo 2ºC), y luego me lo cuentas.

Con esto no quiero decir que lo que haya hecho sea inhumano, no me considero que haya hecho nada del otro mundo y muchos otros hacen cosas peores, sólo que con las condiciones que habían otros hubiesen tenido la sensatez de haber plegado mucho antes. 

184km, 11h30′ de pedaleo (17h reales), 5976m de desnivel.  2872m me faltaron, unas 14-15 subidas, lo que se traduce en más de 7h y acabar pasadas las 3am. 
A toro pasado todo el mundo es torero pero creo que a nivel físico podría haberlo conseguido, si no hubiese perdido las tres horas del medio día que equivalen a 6 vueltas, hubiese llegado a la noche con menos de 10 para acabar, y esa barrara psicológica es muy importante. La cuenta atrás. Pero como digo, ahora ya no se puede hacer nada.

Volveré a intentarlo? 
El sábado al medio día decía que no pero por la noche, cuando tuve que retirarme, sin duda era un SI ROTUNDO. La fecha, como he explicado antes, tendrá que ser Junio (a no ser que me pique y en el puente de Mayo me lance) pero tranquilos que os volveré a avisar. 

En el mismo sitio? 
Of Course!!! Ya no sería lo mismo sino. Si me pica otra vez hago otro Everesting en carretera después del verano pero en el Puig de la Creu en mtb lo tengo que acabar por mis narices.

Igual lo que me planteo es empezar antes, tipo 3am, para quitarte de encima horas de oscuridad cuando aún vas fresco, animado y sabes que viene el amanecer, así te quitas de encima muchas vueltas sin interrupciones y casi te asegura acabar de día cuando ya vas mas justo. 

Y para acabar, y a pesar de no haber conseguido AÚN el reto, me quedo con el cariño de toda la gente que se interesó y se acercó a saludar, de los buenos amigos que se sacrificaron para acompañarme, a toda la familia que estaba ahí para apoyarme, a todos los seguidores de las redes que aún hoy sigo recibiendo palabras de ánimo, al club BikeTolrà por ayudarme con carpa y suplementación. En serio, no puedo expresar en palabras lo que siento. Yo, que ando por el mundo sin hacer ruido e intantando no molestar, no me puedo acabar de creer la cantidad de gente buena que tengo a mi alrededor. Por todos ellos y por todos vosotros, GRACIAS.

SALUD Y PEDALES