Saltar al contenido

Probando una FatBike cortesía de PROBIKE.

Dr. Nectus

Pues bien amigos, dejadme que empiece por el final diciendo mi conclusión, M’ENAMORAO!
No os voy a aburrir con especificaciones técnicas primero porque no es comparable con lo que estamos acostumbrados y segundos porque no entiendo mucho del tema y no voy a hablar de algo que desconozco, yo me guío más por sensaciones, y os puedo asegurar que este tipo de bici da muchas y nuevas.
Para los que sí queréis especificaciones técnicas enlazo la web, clica aquí.

Todo empezó hablando con los amigos de Probike en Barcelona y me dieron la oportunidad de probar una de las bicis mas de moda del momento, una Specialized Fatboy 2015, la de las ruedas gordas, «el tractor», «la moto», como queráis llamarlas.  
Mucho había oído hablar sobre ellas y un amigo del club que la tiene me había contado maravillas pero seguía siendo algo reticente. Como dijo la semana pasada J.A. Hermida, «es como tener un husky siberiano en malaga en pleno mes de agosto» y razón no le falta porque es una bici diseñada para nieve o dunas, no para hacer XC como hacemos nosotros por aquí, pero como me dieron la oportunidad de probarla no quise desperdiciarla y poder hablar con propiedad. 
Así que la recojo el viernes en la tienda y por causas de trabajo no pude salir hasta el sábado. Había quedado con varios amigos para hacer una ruta de senderos y trialeras para probarla bien pero salí un rato antes para acabar de ajustar la bici mí y yo adaptarme a ella. 

Mi primera impresión cuando me subí es de que no lastraba tanto como me imaginaba y después que es muy ligera de la parte delantera por llevar horquilla rígida de carbono que es 1kg menos que el amortiguador que llevamos normalmente.
A ver, tampoco es la panacea porque es un neumático de 4.6 de ancho (casi dos y medio de los que llevamos en nuestras bicis) y el peso son 14kg que arrastrar, PERO no lo notas, no es un suplico moverla.
También el llevar una combinación 36/22 de platos hacía que fueras mas fresco que con el 38/26 que llevo en la Bergamont. Había que tirar mucho de cadencia, sí, pero se lleva bien.

Voy al sendero de las pistas de atletismo y lo hago primero de subida. Me sorprende muchísimo la tracción que tiene, sin darte cuenta te pones a subir por sitios con tal facilidad que te resulta extraño que te costara tanto con tu bici habitual. Ahí está la ventaja del ancho de rueda.
Doy la vuelta y enlazo el sendero de bajada. Y me vuelve a sorprender la rapidez y agilidad que tiene. Como digo, al llevar la horquilla rígida de carbono, es un kilo menos lo que llevas en la parte delantera de la bici y sumado al manillar de 75cm de ancho, tienes un control extraordinario.

Acabo el sendero y voy hacia donde habíamos quedado, haciendo un poco el cabra por el pueblo. Me habían dicho que se podía subir escaleras con ésta y lo intenté. La cara de tonto que se me quedó cuando lo conseguí no os la podéis ni imaginar.
Me acordé de una frase que me dijo uno de los trabajadores de Probike, «cuando la pruebes, llevarás una sonrisa de oreja a oreja perpetua». Y así fue.

Otro cambio que noté mucho fueron las manetas de cambio GripShift, y hostia, tengo un nuevo problema porque me han gustado mucho…
Al principio me volví un poco loco, bajaba piñón cuando quería subirlo y viceversa pero cuando llevas un rato se te hace natural y sin mover un dedo del puño. Una pasada…

Empezamos la ruta subiendo el Puig de la Creu y sí que había que arrastrar mas peso pero no note demasiado la diferencia. Seguimos hacia Tres Pins y ahora sí que se empezaba a notar. En subidas tan largas sí que te acuerdas de tu bici mas ligera, pero nos desviamos por un sendero rocoso y se te olvida todo. Ahora es cuando se disfrutan de verdad las fatbikes.
Pasaba por encima de la piedras y rocas sin inmutarse, te tienes que preocupar un poco de trazar fino por el tema de la horquilla rígida pero tampoco mucho porque sabes que los neumáticos, con un balón tan grande y una presión baja, se lo comen todo.

Fuimos enlazando senderos con trialeras y poco tramo de pista, y la sonrisa no se me borraba de la cara.
Me decía Sergio (el otro biker de fat) que tuviese cuidado con los tramos muy técnicos de roca contra roca porque al no absorver nada la horquilla, rebotaba mucho y a se descontrola un poco la bici. Por eso en alguna ocasión me quedaba mas rezagado quedándome casi el último para no molestar si tenía que poner pie pero enseguida me di cuenta que si eres un poco habilidoso, lo puedes hacer todo y eran ellos los que me frenaban porque yo pasaba por sitios sin inmutarme.

Solo hubieron un par de tramos que baje andando por falta de echarle huevos pero tampoco quería arriesgar mas de la cuenta para ser el primer día y ser una bici prestada.

En definitiva, que se me hicieron muy cortos los 36km de diversión con el tractor.

CONCLUSIÓN:
Entiendo perfectamente el porqué están tan de moda este tipo de bicis fuera de su ámbito natural. Es sorprendente desde el momento en que te subes a ella, parece una cosa y es todo lo contrario. Es ágil a pesar de lo burra que se ve y es muuuuyyy divertida. Sin dudarlo ni un momento me compraría una como capricho.
Personalmente no me cambiaría mi 29″ por una fat porque no son nada competitivas y no puedes ir a carreras a buscar tiempos pero también entiendo al trabajador de Probike que me dijo que él sí se cambia una por la otra porque (palabras textuales) «no tengo tanto tiempo para entrenar y cuando salgo en bici quiero disfrutar». En esa situación, yo también haría lo mismo.

No es una bici para buscar grandes medias de velocidad pero te aseguro que te vas a divertir muchísimo mas con que la 29r.

Y luego está el tema del ruido. Madremía! como suena eso al rodar… Y sin contar que ir con una fatty es como ser la mas guapa del baile, todo el mundo te mira, se gira al pasar y muchos te preguntan por ella. No fueron solo uno ni dos los que me pidieron de hacerle una foto.

Ahí va el vídeo-montaje, espero que os guste.

Y el domingo, como cada año, teníamos apuntada en la agenda la Crono-Escalada al Puig de la Creu, 3,3km de ascensión con 350m de desnivel y una pendiente media del 6%.

Como tuve el privilegio de poder disfrutar de la fatty todo el fin de semana y después de sacar mis conclusión con la salida del día anterior, tenía que probarla en unas condiciones totalmente adversas. Una crono, donde la diferencia de gramos puede darte unos segundos extras.

Tras calentar un poco las piernas tomo la salida a las 9h con la presión de que al menos que no me adelantara el que salía después.

No hay ninguna estrategia perfecta para hacer la crono, unos te dicen que relajes en el primer tramo (mas light) y que aprietes en el segundo (rampas mas duras), otros al revés que aprietes abajo y eches el resto al final. Pues bien, yo fui haciendo a demanda, apretaba, relajaba, apretaba, relajaba, siempre guardando un punto para coronar puesto de pie en la bici y salir mono en la foto final.

Se me hizo mas corto que de costumbre y acabé con un tiempo de 12’53», solo 8 segundos mas lento que el año pasado.

Me volvió a sorprender mucho como a pesar del peso y del lastre que te pueda dar el ancho de rueda, hice un tiempo para entrar en el TOP10.Estoy seguro que con mi bici de 11,5kg no hubiese bajado de los 12’30».

Y ahora a almorzar!!!
Realmente, esta carrera es un escusa para juntarnos todos los del club y pegarnos un almuerzo de campeonato porque la carrera en sí son solo tres kilómetros que se acaban en un cuarto de hora pero la fiesta post-crono se alarga varias horas.

Eso sí, después del almuerzo quise hacer un poquito más para exprimir al máximo a la pequeña fatboy que tanto echaré de menos. Unos 17km por el bosque de Togores enlazando todos los senderos habidos y por haber de la zona antes de llegar a casa.

Y el lunes…

Sabía que tenía que devolverla pero me resistía a ello por eso cuando plegué del trabajo, sin comer y con la lluvia que había caído durante la mañana, no me pude resistir ponerme el traje de luces y salir en busca charcos con los que mancharme. Y que manera de disfrutar por dios…

Cuando pasas con tu 29r, 26″, 27,5″, 45″ o las pulgadas que llevéis, por medio de un charco salpicas pero con una fat salpicas por tres. Como se levantaba el agua.

Lógicamente quería hacer muchos mas kilómetros pero contando que llevaba empalmando cinco días seguidos de bici y el día anterior una crono-escalada que aunque corta es muy explosiva, las piernas no me daban para mucho más.
Me tomé la subida muy tranquilo porque con éstos, casi llegaba a la centena de kilómetros en solo tres días con la Fatboy.  Pero cuando toca bajar… Se te olvidan todos los males, todo el estrés del trabajo, las peleas con tu jefe, ese nubarrón negro en tu cabeza con el que empezaste a pedalear se convierte en un día soleado de pleno verano.  Ya lo sé, me estoy yendo por las ramas, sorry.

En fin, que más queréis que os cuente? A caso no os ha quedado clara mi opinión?

Y un nuevo mini vídeo de ésta salida buscando charcos.

SALUD Y PEDALES.

Dr. Nectus

Etiquetas:

1 comentario en «Probando una FatBike cortesía de PROBIKE.»

  1. Pingback: Demo Day Intense by Ravet – Dr Nectus

Los comentarios están cerrados.